El diplomático centroamericano, que encabezó la misión a la nación antillana, aseguró en una reunión del máximo órgano de la ONU que "la comunidad internacional tiene un compromiso con el éxito de Haití".
"Para la misión resultó evidente que los actuales niveles de pobreza extrema, donde el 80 por ciento de la población subsiste con menos de dos dólares diarios y el 50 por ciento con menos de uno, son incompatibles con la meta de alcanzar la estabilidad a corto plazo", afirmó.
La delegación del Consejo de Seguridad se reunió durante su visita al país caribeño del 11 al 14 de marzo con el presidente haitiano, René Préval, y con la primera ministra, Michelle Pierre Louis, así como con parlamentarios y representantes de la oposición.
También se encontraron con representantes de la Comunidad del Caribe (CARICOM), del sector privado y de la sociedad civil.
Urbina destacó en su intervención ante el Consejo de Seguridad que las autoridades haitianas deben promover "un consenso nacional para lograr no solo la estabilización y la seguridad, sino la construcción de un desarrollo socioeconómico sobre bases firmes".
"Los interlocutores haitianos nos señalaron la importancia de continuar trabajando con la comunidad internacional para implementar una estrategia de reconstrucción y desarrollo", apuntó.
El embajador dijo que los representantes del Consejo de Seguridad constataron en su visita los avances logrados en materia de seguridad desde el despliegue en 2004 de la Misión de la ONU para la Estabilizción de Haití (MINUSTAH), además del progreso alcanzado en la reforma y fortalecimiento del Estado de derecho.
En particular, citó el progreso alcanzado en la meta de contar con 14.000 policías, gracias al éxito en el proceso de reclutamiento instaurado con ayuda internacional.
Sin embargo, la delegación también comprobó "la debilidad" institucional del país, su falta de control en las fronteras terrestres y marítimas, además del cargado ambiente político que rodea a las próximas elecciones legislativas del 19 de abril, señaló.
Asimismo, Urbina subrayó la preocupación de los embajadores respecto a la inseguridad alimentaria que afronta el pueblo haitiano y la difícil situación que atraviesa la agricultura, tras los cuatro ciclones que en 2008 azotaron el país.
La delegación diplomática lamentó la baja productividad del sector, que pese a emplear a más del 50% de la población, solo es capaz de cubrir el 48% de la demanda interna.
La visita del Consejo de Seguridad, precedida esa misma semana por la del secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, y el ex presidente de EE.UU. Bill Clinton, fueron una muestra del apoyo de la comunidad internacional al país y a los planes económico del Gobierno de Préval.
El Ejecutivo haitiano tiene previsto acudir con un proyecto económico concreto a la reunión de donantes que se celebrará en Washington del 11 al 14 de abril, y de la que depende la financiación de buena parte de los proyectos de cooperación que se llevan a cabo en la nación antillana.
Haití está entre los países más pobres del mundo y es considerado por el Banco Mundial (BM) como uno en los que hay una alta exposición a la pobreza, sin capacidad institucional para aumentar el gasto y poner en marcha programas que protejan a los más vulnerables.
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